Serie de autorretrato en cuarentena
Cuarentena | Cuarenta días | Cuarenta facetas | 2020
Por: Pamela Monserrat Basto Argüelles.
Mérida, Yuc. Mx.
Desde el inicio de la contingencia, cada persona se ha visto afectada de maneras distintas. Pasar un acontecimiento sin precedente como este, ha dejado experimentar vivencias que no se pueden comparar, nunca nadie nos enseñó qué hacer en caso de pandemia, cómo actuar y de qué manera proteger nuestra economía, salud física, y no menos importante la salud mental.
En esta ocasión, presento una serie fotográfica en blanco y negro, compilada en una sola composición titulada “Cuarentena | Cuarenta días | Cuarenta facetas” representado en un solo recorrido visual, algo de lo que algunos, desde las cuatro paredes del hogar nos ha tocado vivir.
Sin duda, tener la oportunidad de quedarse en casa para cuidar de nosotros mismos y nuestros seres queridos, es una posición de privilegio, sin embargo, no debe ser subestimado todo lo que esta cuarentena nos ha permitido experimentar desde aquí.
Tras tener vidas activas y en constante movimiento, adaptarse al modo sedentario de vivir, desde ya hace un mes, ha logrado que nuevas emociones y sentimientos se encuentren a flor de piel. Algunos de estos serán nuevos de experimentar, tal vez algunos otros son parte de nuestra personalidad habitual, sin embargo, no debe ser razón de vergüenza sacar en estos días de encierro algunas de las facetas que “no conocíamos”, puesto que se trata de una crisis mundial, y estas caras de nuestra personalidad, no corresponden del todo a un yo habitual. Todos y cada uno de nosotros vivimos una lucha interna diaria de manera contante, y es evidente que, durante una pandemia mundial, estas se intensifiquen.
En esta ocasión, presento una serie fotográfica en blanco y negro, compilada en una sola composición titulada “Cuarentena | Cuarenta días | Cuarenta facetas” representado en un solo recorrido visual, algo de lo que algunos, desde las cuatro paredes del hogar nos ha tocado vivir.
Sin duda, tener la oportunidad de quedarse en casa para cuidar de nosotros mismos y nuestros seres queridos, es una posición de privilegio, sin embargo, no debe ser subestimado todo lo que esta cuarentena nos ha permitido experimentar desde aquí.
Tras tener vidas activas y en constante movimiento, adaptarse al modo sedentario de vivir, desde ya hace un mes, ha logrado que nuevas emociones y sentimientos se encuentren a flor de piel. Algunos de estos serán nuevos de experimentar, tal vez algunos otros son parte de nuestra personalidad habitual, sin embargo, no debe ser razón de vergüenza sacar en estos días de encierro algunas de las facetas que “no conocíamos”, puesto que se trata de una crisis mundial, y estas caras de nuestra personalidad, no corresponden del todo a un yo habitual. Todos y cada uno de nosotros vivimos una lucha interna diaria de manera contante, y es evidente que, durante una pandemia mundial, estas se intensifiquen.
Habrá días en los que trabajar desde casa sea cómodo, en los que disfrutar de tus familiares y compañeros de cuarto, sea una experiencia gratificante; en otras ocasiones se sentirá el hartazgo de convivir con las mismas personas veinticuatro horas del día. Otros días, nuestro mejor compañero será un libro, una revista vieja y el cuaderno de colorear que nunca tocamos desde que lo compramos; por ratos las videollamadas con los amigos y la familia que no tenemos cerca, nos recordará el deseo de darles el abrazo más cariñoso. En otro momento del día, sentiremos que el día pasa lento, que las horas son eternas y el sentimentalismo, el enojo, impaciencia, tristeza y nostalgia invadirán cada parte del ser, para apoderarse con sentimientos grises. También habrá días y momentos con luz y brillo, en los que la creatividad, el deporte, las risas y el optimismo sean las que manden: la guitarra saldrá de su estuche, la cámara recorrerá todo el patio y los colores llenarán aquel cuaderno asentado.
Entre tanto, esta obra invita al espectador a unirse en empatía con el resto de la sociedad, todos pasando por un acontecimiento nunca antes vivido. Hoy más que nunca es válido sentir todo lo que sentimos, es permitida cada sensación alegre y deprimente, cada lágrima de felicidad y de nostalgia.
Que sea el arte, el que nos permita manifestarnos y convivir en la distancia esta cuarentena.
Que sea el arte, el que nos permita manifestarnos y convivir en la distancia esta cuarentena.
